Beltrán |
El caso de Venezuela causó impacto, al anunciar a dos antesalistas que tuvieron un año de ensueño: Miguel Cabrera, Triple Corona con los Tigres de Detroit, y Pablo Sandoval, de San Francisco, Jugador Más Valioso de la Serie Mundial.
Cabrera, quien también se desempeña en la inicial, se llevó el premio al mejor pelotero de la etapa regular, y es ahora mismo una de las superestrellas de la Gran Carpa, luego de una decena de campañas en las que promedia .318, con 321 jonrones y 1123 impulsadas.
Mientras, el llamado Kung Fu Panda es un ambidextro que acomoda más de 110 kilogramos en menos de seis pies de estatura. Capaz de vestir los arreos de catcher, Sandoval disparó tres bambinazos en un desafío del play off decisivo entre Gigantes y Tigres, convirtiéndose en apenas el cuarto bateador en conseguir la hazaña (antecedido por Babe Ruth, Reggie Jackson y Albert Pujols).
República Dominicana puso sobre la mesa otras dos cartas ganadoras, al echar mano del camarero Robinson Canó (Yanquis de Nueva York) y el torpedero José Reyes (Azulejos de Toronto).
Tres veces All Star, tres veces Bate de Plata, Canó es ahora mismo el segunda base más completo del béisbol, al tiempo que Reyes -vinculado en la última temporada a los Marlins de Miami- es un especialista en bases robadas que ha participado con mala fortuna en los dos Clásicos previos (15-2, tres anotadas, dos estafas).
La apuesta norteamericana también fue de lujo, con el tercera David Wright, de los Mets, y el máscara Joe Mauer, de los Mellizos de Minnesota.
Seis Juegos de Estrellas y dos Guantes de Oro avalan la trayectoria de Wright, una institución en el club neoyorquino, en tanto Mauer es el único jugador de su posición que ha podido agenciarse dos campeonatos de bateo en Grandes Ligas.
Como era de esperar, Puerto Rico mencionó al jardinero Carlos Beltrán y el receptor Yadier Molina, ambos de los Cardenales de San Luis.
Beltrán es un Cinco Herramientas que, aunque vio pasar su época dorada, todavía dispone de piernas veloces y potentes muñecas. Novato del Año en 1999, su palmarés exhibe 334 jonrones, 306 robos y 2064 indiscutibles. En cuanto a Molina, representa un modelo de catcher defensivo, aunque sus prestaciones con el madero en ristre no permiten menosprecio.
También México hizo públicos a dos bigleaguers. En su caso, Adrián González (Dodgers de Los Ángeles), un inicialista sobrado de poder, y el abridor zurdo Jaime García, de los Cardenales.
Canadá tiene garantizados en su nómina a Justin Morneau, poderoso primera base de los Mellizos muy aquejado últimamente por lesiones, y a Brett Lawrie, antesalista de los Azulejos.
Jason Grilli, un relevista de vastísima experiencia profesional, contribuirá con la causa de Italia junto a Alex Liddi, infielder de los Marineros de Seattle, y Engel Beltré, perteneciente a la organización de los Vigilantes de Texas, ayudará a custodiar los jardines de España.
Por su parte, Australia refirió al siniestro Ryan Rowland-Smith, quien ha pasado por el Big Show y estuvo en el equipo de su país que lidió contra Cuba en la final de los Olímpicos de Atenas; Holanda, a Andruw Jones, un outfielder en plan de retiro que acumula 434 vuelacercas y es una leyenda con el guante; y Taipei, a Chien-Ming Wang (Nacionales de Washington), lanzador diestro que llegó a ser el as de la rotación de los Yanquis unos años atrás.
Por ahí anduvo la cosa. Y ya que todo el mundo acudía a armas de calibre, Cuba apeló a Yuliesky Gourriel y Freddy Asiel Álvarez, dos de los jugadores con más lustre que defenderán la casaca patria en marzo próximo.
Tomado de Cubadebate
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